El Perú avanza con paso firme en el objetivo de consolidarse como un eje estratégico para el comercio en el Pacífico y los proyectos de desarrollo portuario que impulsa en la actualidad marcan un antes y un después en proyección internacional.
“[…] el Perú está forjando su papel en el tablero comercial del Pacífico con una visión de largo plazo que apunta a transformar su economía y acercarlo más a la región Asia-Pacífico, una meta que todos debemos respaldar”.
Con obras de gran envergadura como el megapuerto de Chancay, la ampliación del Callao, el nuevo puerto de San Juan de Marcona y el proyecto del puerto de Corío, entre otros, nuestro país está dando un salto en infraestructura que promete posicionarlo como la entrada para el intercambio comercial entre Asia y Sudamérica.
El megapuerto de Chancay, próximo a inaugurarse, representa un hito histórico para la economía nacional. Este ambiciosa iniciativa no solo aspira a descongestionar el Callao, sino que también está diseñada para competir con las grandes ligas de la región. Equipado con infraestructura moderna, se proyecta como un punto clave en la ruta Asia-Pacífico, facilitando la llegada de productos asiáticos a Sudamérica y promoviendo la exportación de bienes peruanos a mercados tan demandantes como China con costos logísticos menores en comparación con sus competidores.
La ampliación del puerto del Callao, por otro lado, busca reforzar la capacidad operativa y mejorar la eficiencia logística en la costa central, facilitando la entrada de nuevas inversiones y fortaleciendo el papel del primer puerto en la cadena de suministro global. Asimismo, esta infraestructura es crucial en la economía, pues moviliza gran parte de la carga de exportación de nuestro productos emblemáticos, como minerales y mercancías agroindustriales y pesqueras.
En cuanto al proyecto del puerto de Corío, aún en sus etapas iniciales, se perfila como una futura plataforma de intercambio regional que complementará la estructura portuaria nacional, un objetivo similar que se persigue con la modernización y ampliación del puerto de San Juan de Marcona.
Estas inversiones son, sin duda, una respuesta al creciente dinamismo comercial en la región y la oportunidad de posicionar a nuestro país como un centro logístico que contribuya al desarrollo sostenible del país.
Los beneficios que se vislumbran van más allá de las ventajas comerciales. La creación de empleo directo e indirecto para miles de peruanos, el desarrollo de infraestructura vial y ferroviaria complementaria y el impulso de la economía en diversas regiones son factores que también deberán destacarse. Asimismo, esta modernización portuaria permite al Perú elevar sus estándares de competitividad, captar inversiones extranjeras y, en el largo plazo, mejorar la calidad de vida de su población al generar mayores ingresos fiscales.
No obstante, el reto también es garantizar que estas obras cuenten con políticas de sostenibilidad y cuidado ambiental que minimicen el impacto en las áreas costeras y promuevan el uso responsable de los recursos.
En conclusión, el Perú está forjando su papel en el tablero comercial del Pacífico con una visión de largo plazo que apunta a transformar su economía y acercarlo más a la región Asia-Pacífico, una meta que todos debemos respaldar.
Extraído de: https://elperuano.pe/noticia/257270-peru-potencia-portuaria